Como parte de su apuesta, la ERA de Miranda propició el acercamiento de actores que se concebían desde el inicio como afines, pero poco a poco, incluyó otros que tenían relaciones antagónicas. En este espacio incluso se encontraron personas que guardaban sentimientos de dolor y resentimiento, producto de experiencias vividas durante los años más intensos del conflicto armado. Sin embargo, el haber trazado objetivos comunes y la diaria disciplina para conseguirlos, ha motivado entre los participantes un cambio de perspectiva sobre el otro, permitiendo procesos de reconciliación, diálogo y trabajo mancomunado en nuevas áreas para la construcción de paz.
Por otra parte, para los campesinos de ASPROZONAC, la llegada de PASO Colombia y el desarrollo de la ERA abrió las posibilidades concretas de establecerse definitivamente en La Elvira y vivir de la agricultura en ella. Ello ocurre porque, una vez obtenida la tierra por la que lucharon, ante la falta de asistencia técnica y de herramientas tecnológicas (incluidas en las garantías negociadas con el Estado), llegaron a pensar que no sería posible transformar un terreno agotado por la producción de caña en un espacio para la agricultura a escala familiar. Hoy en día las 25 familias de parceleros han logrado establecer su vida productiva, a partir del mejoramiento de la calidad de la tierra, desde sus conocimientos individuales empíricos, cualificándolos con las capacitaciones desarrolladas en la ERA y con los recursos, la infraestructura y el acompañamiento institucional que se ha ido ampliando a partir de su desarrollo.
Además, en retrospectiva, puede afirmarse que haber conseguido una porción de tierra donde fueron bien recibidos, para el desarrollo de la experiencia de la ERA, se convirtió en un soporte básico para plantear un proyecto que le diera sustento al proceso de reincorporación de los excombatientes participantes. La finca La Elvira fue también el dispositivo de anclaje territorial que ellos necesitaban para producir apropiación individual y colectiva de un espacio concreto, tras años de vivir en itinerancia, incluso si ésta estaba circunscrita a un mismo territorio, durante su vida en la guerrilla.
Estos son algunos de los testimonios, por parte de campesinos y excombatientes, que dan cuenta del proceso de integración y de la transformación de relaciones que ha movilizado la ERA de Miranda.